La tensa situación en la Franja de Gaza ha alcanzado un nuevo punto crítico.
Harto de las trapacerias de los terroristas de Hamas y con el apoyo de Donald Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha anunciado que que Israel reanudará con toda su fuerza la guerra en Gaza si los psocóptas islámicos no liberan a todos los rehenes este sábado.
El ultimátum vence exactamente al mediodía de este 15 de febrero de 2025.
La amenaza se concreta en medio de crecientes preocupaciones sobre el estado de salud de los cautivos y mientras el presidente estadounidense Trump redobla su controvertida propuesta para que Estados Unidos asuma el control de Gaza.
En un mensaje difundido el martes, Netanyahu declaró: «Si Hamas no devuelve a nuestros rehenes antes del sábado al mediodía, el alto el fuego terminará y las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) reanudarán los intensos combates hasta que Hamas sea completamente derrotado».
Esta advertencia se produjo después de que Hamas anunciara el lunes que pospondría indefinidamente la próxima liberación de rehenes, acusando a Israel de violar los términos del acuerdo de alto el fuego.
Según las últimas informaciones, aún quedan 76 rehenes israelíes en manos de Hamas en Gaza. Se ignora con exactitud cuantos siguen vivos.
Desde el inicio del alto el fuego el 19 de enero, Hamas ha liberado a 16 de los 33 rehenes que se esperaba fueran liberados en esta primera fase del acuerdo. Israel, por su parte, ha liberado a 656 prisioneros palestinos de un total de casi 2.000.
La salud de los rehenes se ha convertido en una preocupación urgente después de que los tres últimos liberados el sábado aparecieran visiblemente demacrados y débiles. Fuentes del gobierno israelí han informado a CNN que tienen inteligencia que indica que muchos de los rehenes restantes están en peores condiciones. «A partir de ahora, anticipamos situaciones aún más graves», declaró un funcionario israelí.
El Dr. Hagai Levine, que lidera el equipo médico del Foro de Familias de Rehenes, advirtió que los cautivos han sido «víctimas de inanición intencional y privación extrema de agua» y están sufriendo «abuso físico y psicológico severo». Levine enfatizó que «existe una amenaza inmediata y grave para la vida de todos los rehenes» y que cualquier retraso en su liberación «probablemente resultará en muertes».
Mientras tanto, el presidente Trump ha intensificado su polémica propuesta para que Estados Unidos tome el control de Gaza y reubique a su población palestina. En una entrevista reciente, Trump afirmó estar decidido a «comprar y controlar Gaza», sugiriendo incluso que podría entregar parte del territorio a otros países de Oriente Medio para ayudar en los esfuerzos de reconstrucción.
Esta propuesta ha sido recibida con escepticismo y preocupación por parte de la comunidad internacional. Críticos advierten que podría violar el derecho internacional y equivaler a una limpieza étnica. La idea ha provocado la convocatoria de una reunión de emergencia de la Liga Árabe para el 27 de febrero para discutir estos «nuevos y peligrosos desarrollos».
Netanyahu, por su parte, ha respaldado la visión de Trump, describiéndola como «revolucionaria» y «la primera propuesta positiva que he encontrado». Sin embargo, el primer ministro israelí también reafirmó el compromiso de su gobierno de desmantelar las capacidades militares y de gobierno de Hamas en Gaza.
La situación humanitaria en Gaza sigue siendo crítica. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, más de 560.000 personas han regresado al norte de Gaza desde el 27 de enero. Sin embargo, muchos se enfrentan a condiciones precarias, con escasez de alimentos, agua potable y refugio adecuado.
El alto el fuego ha permitido un aumento en la entrada de ayuda humanitaria, con un promedio de 555 camiones de ayuda por día, en comparación con los 70 camiones diarios a principios de enero. No obstante, las organizaciones humanitarias advierten que esto sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de la población.
La amenaza de Netanyahu de reanudar las operaciones militares ha generado temores de un nuevo ciclo de violencia. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, más de 47.000 palestinos han perdido la vida, según las autoridades sanitarias de Gaza. La infraestructura de la Franja ha quedado devastada, con gran parte de sus edificios e instalaciones críticas destruidos o dañados.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.
El Secretario General de la ONU, el propalestino António Guterres, ha hecho un llamado urgente a todas las partes para que respeten el alto el fuego y trabajen hacia una solución pacífica y duradera.
«La situación en Gaza es una catástrofe humanitaria sin precedentes. Es imperativo que se mantenga el alto el fuego y se permita la entrada sin obstáculos de ayuda humanitaria».
Mientras el plazo del sábado se acerca, la tensión aumenta tanto en Israel como en Gaza.
Las familias de los rehenes han intensificado sus protestas, bloqueando carreteras principales en Israel y exigiendo al gobierno que haga todo lo posible por asegurar la liberación de sus seres queridos.